El bandido vendado

Mientras Shishio ya quemado y vendado huía del gobierno,

en una de sus paradas, llego al pueblo donde vivía Soujiro.

En toda la zona se esparció la noticia de que

un peligroso asesino
rondaba por los alrededores,

todos en el pueblo estaban muy
preocupados,

incluso cuando la noticia llego a la casa de la familia
donde vivía Soujiro,
le pidieron que tuviera cuidado, pero no porque
querían al niño,

sino porque simplemente le explicaron no querían
quedarse sin sirviente.

De todas maneras Soujiro tenía que salir a
trabajar

y llevar bultos de arroz al pueblo, pero cuando se regresaba a
casa,

presenció el como unos policías estaban siendo atacados

por un
monstruo vendado, ese monstruo era Shishio,

el cual se encontraba en un
pésimo estado,

y a ver que el niño había presenciado el asesinato,
decide matarlo,

pero cuando Shishio levanta su arma contra el niño,

el
niño le sonríe, lo cual llama la atención de Shishio el cual le
pregunta:
¿porque ríes niño si vas a morir?, a lo que el pequeño le
respondió

con una sonrisa un poco perturbadora.

Despúes de esto el niño lleva a Shishio al establo donde dormía,
ahí
le brinda comida, y busca vendas para remplazar las viejas,

ya
deterioradas. Durante este lapsus sus hermanos

le volvierona a
maltratar, pero Soujiro simplemente se dirigió

al lugar donde dormía a
lavarse las manos.

Al ver esto, Shishio siguió asombrado pues el niño no mostraba
emociones,
y le volvió a preguntar el porqué no mostró miedo cuando el
le amenazo

con quitarle la vida, o no lloro cuando sus familiares le
golpeaban,

a lo que el niño respondió: "morir, llorar, hace tiempo
descubrí

que entre más llorara, mis hermanos me maltratarian más,

además si pudiera morir ya no sentiría dolor,".
AL escuchar esto
Shishio, al parecer se muestra un poco extrañado,
y le da al niño su
espada, para que el niño si se decide

haga explotar su ira reprimida.
Al comienzo el niño la rechaza,

pero es cuando Shishio le dice una
frase que perdurará

en la mente de soujiro toda la vida:
"En esta vida, si eres fuerte vives, si eres débil mueres".
El niño memorizó esta frase y aceptó aunque temeroso la espada,

pero
creyendo que jamás haría uso de ella

la guardó en un escondite debajo
de la casa.